"Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación" 2 Corintios 7:1
Santificación progresiva
La santidad es un camino que todo cristiano debe recorrer y para no sentirnos extraños en este recorrido debemos saber qué es la santificación progresiva. La Biblia nos habla de que debemos ser santos como Él es santo:
1 Corintios 1:2 "a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los que han sido santificados en Cristo Jesús y llamados a ser su santo pueblo, junto con todos los que en todas partes invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y de nosotros"
Apocalipsis 22:11 " Deja que el malo siga haciendo el mal y que el vil siga envileciéndose; deja que el justo siga practicando la justicia y que el santo siga santificándose"
1 Tesalonicenses 4:3 " La voluntad de Dios es que sean santificados..."
1 Pedro 1:16 "pues está escrito: «Sean santos, porque yo soy santo»."
Buena comunión con Cristo
Dios quiere santificar mi vida porque quiere hacerme como Cristo y esto nos habla de cómo la santificación obra en nuestras vidas. No podemos caminar el camino de la santificación si no tenemos presente y en primer lugar a Cristo en nuestras vidas. Amemos su gracia que es doble, perdona mis pecados y se da para mi nueva vida. Cristo muere por mis pecados y resucita para darme vida, y dármela en abundancia.
Ahora responderé 3 preguntas para comprender bien este tema:
¿Por qué opera la santificación progresiva?
Respuesta: Porque es un caso de promesas que Dios va a cumplir en mí. (2 Corintios 1:20-22) Dios es el que nos mantiene firmes en Cristo y ha puesto un sello en nosotros para que seamos movidos a la santificación.
2 Corintios 5: 1-5: "De hecho, sabemos que, si esta tienda de campaña en que vivimos se deshace, tenemos de Dios un edificio, una casa eterna en el cielo, no construida por manos humanas. Mientras tanto suspiramos, anhelando ser revestidos de nuestra morada celestial, porque cuando seamos revestidos, no se nos hallará desnudos. Realmente, vivimos en esta tienda de campaña, suspirando y agobiados, pues no deseamos ser desvestidos, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida. Es Dios quien nos ha hecho para este fin y nos ha dado su Espíritu como garantía de sus promesas." Es una promesa anticipada por el Espíritu Santo que se cumplirá en mí.
¿Cuándo opera santificación progresiva?
Respuesta: Filipenses 1: 6 "Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús." Es algo que ya Dios comenzó en mí desde el momento que Cristo entra a mi vida y me adopta como su hijo (me apartó) y comienza a perfeccionarme hasta que sea santo o santa.
¿Cómo opera santificación progresiva?
Respuesta: Sí soy un hijo de Dios debo aprender a serlo para obedecerlo y santificarme cada día más. No debo ser santo o santa para ser hijo de Dios, así como en el altar y ante Dios ya son esposos pero después de que pasa la luna de miel cada uno debe aprender a ser un buen esposo o esposa. Debo acercarme a Dios, orar, leer la Biblia, ayunar, servir en una iglesia, postrarme ante Dios para que cada día más aprenda a luchar con el pecado y deja que la santificación de Dios opere en mi vida.
Aplicaciones para mi vida:
1. Para comenzar la santificación debo pasar de muerte a vida (y esto sólo lo hace Dios), debo obedecer a Dios y esto hará que sufra y pase momentos amargos pero debo hacerlo y debo evangelizar y dar a conocer a los otros que hay una vida después de la muerte que está en Cristo Jesús.
2. Nuestros sufrimientos son usados por Dios para nuestra santificación. Dios trabaja con pincel y con cincel, algunos pecados es más difíciles de dejar que otros, así que cada que estemos pasando momentos difíciles oremos a Dios para que nos de fortaleza y su santificación muestre frutos.
3. Un día viviremos sin la semilla del pecado y la tentación. Un día recibiremos un cuerpo santo ya que Dios perfeccionará su obra cuando estemos con Él. Así que recordemos que esa es nuestra meta, el vivir santos para y con Cristo.
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